Hoy en día, la reproducción asistida es una de las soluciones para la infertilidad que está en auge para muchas parejas y madres solteras. Pero, ¿cómo puedo aumentar la fertilidad para quedarme embarazada sin llegar a esto? Los tratamientos de infertilidad son cada vez más precisos a medida que avanza la ciencia, pero también su coste medio es elevado y, por lo tanto, cualquier ayuda para maximizar las posibilidades de fecundación es bienvenida.
Precisamente, la fisioterapia es uno de esos ‘extras’ que optimizarán las opciones del embarazo, junto a la alimentación y estilo de vida, entre otros.
¿Cómo me puede ayudar la fisioterapia ginecológica a aumentar la fertilidad?
Si una pareja opta por la reproducción asistida para lograr un embarazo, presumiblemente se deba a una disfunción en alguno de los miembros de dicha pareja. En el caso de la fisioterapia ginecológica, su objetivo es trabajar sobre el cuerpo de la mujer para lograr mejoras a tres niveles:
- Mecánico: equilibrar tensiones musculares, articulares, fasciales y normalizar las tensiones a nivel visceral.
- Circulación: mejorar el drenaje linfático y venoso.
- Neuroendocrino: equilibrar el sistema nervioso autónomo, que se ocupa de las funciones involuntarias del cuerpo como por ejemplo la digestión o la menstruación… Y mejorar la función de los ejes hormonales.
¿Qué ejercicios y zonas del cuerpo trabaja la fisioterapia ginecológica?
Los tratamientos de fisioterapia en reproducción asistida se basan en los ejercicios de la musculatura profunda de la pelvis (el suelo pélvico), de la musculatura profunda del abdomen (transverso abdominal) y del diafragma torácico.
En la mayoría de los casos, los ejercicios se combinan con el tratamiento manual: intravaginal, manipulaciones de las articulaciones pélvicas, relajación de los ligamentos internos de la pelvis y el trabajo visceral.
Zonas de tratamiento fisioterapeuta para aumentar la fertilidad
Teniendo en cuenta que hay una gran variedad en las causas de la infertilidad, las zonas de tratamiento fisioterapeuta para aumentar la fertilidad son las siguientes:
- Zona pélvica: el sistema reproductor de la mujer tiene inserción directa o indirecta en la pelvis ósea. Cualquier cambio estructural de la pelvis o de la columna lumbar provoca una restricción y falta de movimiento de las estructuras internas. La correcta función de las vísceras pélvicas dependen de:
- El tono de la musculatura del suelo pélvico.
- La tensión de los ligamentos pélvicos (ligamentos anchos, ligamentos uterosacros, ligamentos redondos).
- La tensión de las fascias (fascias endopélvicas, lámina Sacro-Recto-Genito-Pubiana).
- Zona pélvica: el sistema reproductor de la mujer tiene inserción directa o indirecta en la pelvis ósea. Cualquier cambio estructural de la pelvis o de la columna lumbar provoca una restricción y falta de movimiento de las estructuras internas. La correcta función de las vísceras pélvicas dependen de:
Todas estas estructuras marcan la posición correcta del útero, de las trompas y de los ovarios.
Las técnicas pélvicas se suelen aplicar en las disfunciones como:
- Dismenorrea
- Dispareunia
- Alteraciones del ciclo menstrual
- Dolor pélvico crónico
- Infertilidad funcional
- Vaginismo
- Vulvodinia
- Endometriosis (adherencias)
- Prolapsos genitales
En las disfunciones como dispareunia, vaginismo, dolor pélvico crónico, tensión de las fascias y músculos pélvicos se suele utilizar el tratamiento con el dilatador vaginal. El uso de este dispositivo se basa en realizar suaves estiramientos de las paredes de la vagina. Para reducir las sensaciones de molestia, quemazón, tensión, se recomienda aplicar el gel lubricante que facilitará la introducción del dilatador.
Otro tratamiento que también se realiza con mucha frecuencia en las pacientes que presentan dolor pélvico tipo dispareunia o vaginismo es el estiramiento con el Epi-No. Casi más de la mitad de las pacientes en el tratamiento de infertilidad sufren la endometriosis, una enfermedad crónica, que puede provocar tensión, dolor, adherencias en la zona pélvica. Con el aparato Epi-No podemos mejorar la flexibilidad del suelo pélvico y mejorar de dichos síntomas.
- Zona Toracoabdominal: las pacientes que presentan el aumento de la presión torácica suelen tener el diafragma tenso, espasmado y, en consecuencia, suelen presentar un aumento de la presión abdominal y pélvica.Las glándulas suprarrenales están ubicadas debajo del diafragma, en la zona posterior del abdomen y justo encima de los riñones. Son las encargadas de, entre otras cosas, producir el cortisol. Si logramos que el diafragma funcione correctamente, conseguiremos mejoras en el bombeo abdominal y de las glándulas.A nivel vertebral, en la charnela toracolumbar (zona de cambio entre las dorsales y las lumbares) se encuentran los nervios (del sistema ortosimpático) del Sistema Nervioso Autónomo que van a dar función a la vísceras pélvicas. Malas funciones vertebrales a este nivel también pueden afectar la función normal.En los tratamientos de la fisioterapia ginecológica se realizan técnicas para desbloquear esta región para mejorar su función y, en consecuencia, la fertilidad femenina.
- Zona fascial cervical: La fascia cervical media (de las diferentes capas fasciales que hay en el cuello) está en relación con la glándula tiroides y mejorar las tensiones de las fascias cervicales implica una mejora en la vascularización de la glándula y, por tanto, una mejor función.
- Zona craneal: Relacionada básicamente con el sistema neuroendocrino. Esta zona es fundamental para mejorar la relación del eje hipotálamo-hipófisis. Esto se consigue abordando las restricciones craneales y liberando las membranas craneales.
Estas membranas están en relación directa con la zona de unión entre el hipotálamo y la hipófisis (a través de una estructura que se llama ‘tienda de la hipófisis’). El tratamiento craneal ayuda a mejorar esta relación, a aumentar la correcta vascularización, a mejorar la armonía cráneosacra que permite energizar y balancear el Sistema Nervioso Autónomo.
Tiene beneficios para el estrés y la ansiedad y mejora las afecciones nociceptivas (sensación del dolor) relacionadas con la causa.
Por tanto, es una zona de especial atención en alteraciones del ciclo e infertilidad por ser la zona que contiene el hipotálamo y la hipófisis como productores de FSH y LH, y producción también de la Prolactina y el ACTH, que como hemos visto puede alterar la función normal relacionado con las causas emocionales.
Evidencias científicas del rol de la fisioterapia en tratamientos de infertilidad
En resumen, y apoyándonos en estudios científicos con resultados publicados, tales como ‘Ten-year Retrospective Study on the Efficacy of a Manual Physical Therapy to treat Female Infertility’, ‘Treating fallopian tube occlusion with a manual pelvic physical therapy’, o ‘Massage Therapy Improves In Vitro Fertilization Outcome in Patients Undergoing Blastocyst Transfer in a Cryo-Cycle’, se ha demostrado que la fisioterapia tiene un impacto positivo en el éxito de los tratamientos de reproducción asistida, gracias a conseguir objetivos como:
- Mejorar la fertilidad femenina mediante el aumento de la secreción de las hormonas del sistema reproductivo.
- Reducción de las adherencias pélvicas y abdominales.
- Alivio de malestares físicos y mentales (masaje y técnicas de relajación).
Entre las conclusiones de estos estudios se identificaron bases científicas que certifican que la fisioterapia facilita la implantación del embrión en los tratamientos de infertilidad. La reducción del estrés, reducción de las contracciones uterinas, y mejoras del flujo sanguíneo en la región abdominal, entre otros, fueron algunos de los resultados positivos más destacados.
Pensé que era infértil pero contrariamente a la predicción de mi médico, quedé embarazada dos veces y naturalmente di a luz a mis hermosos hijos sanos a los 43 años.