El uso de la copa menstrual es cada vez mayor entre las mujeres. Considero que no se trata de una moda pasajera, sino que ha venido para quedarse. Las ventajas más importantes de su uso son la higiene, la comodidad, el ahorro económico que supone y que se trata de una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Muchas pacientes me preguntan si la pueden utilizar tras haber dado a luz o después de la cesárea, así que he elaborado este artículo para resolver todas las dudas sobre el uso de la copa menstrual tras dar a luz.
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¿Qué relación hay entre la copa menstrual y el suelo pélvico?
Sabemos que la copa menstrual se introduce en el canal vaginal y así recoge y almacena la sangre durante varias horas. Las mujeres que tienen reglas de abundancia moderada o escasa, pueden llevar la copa hasta 12 horas seguidas. Las mujeres que suelen tener reglas muy abundantes vacían sus copas una o máximo dos veces al día. Esto hace que el uso de este maravilloso invento sea muy cómodo y permite hacer vida normal durante la menstruación.
El éxito no depende sólo de la correcta inserción de la copa, sino también del estado del canal vaginal y el suelo pélvico. Es decir, el contenido (la copa) debe ser ajustado a su continente (la vagina). Si no se cumple esta regla, lo más seguro es que tengamos pérdidas de sangre y manchemos la ropa interior.
El suelo pélvico debilitado hace que el canal vaginal sea más laxo (abierto). Las paredes de la vagina son más débiles y no ‘sujetan’ la copa menstrual. El vacío que se debe producir para que la copa no se mueva y para que no descienda, es prácticamente imposible. Después del parto vaginal el debilitamiento del suelo pélvico y la distensión de las paredes vaginales es habitual. Antes de empezar a utilizar la copa menstrual es necesario reforzar los músculos del suelo pélvico para que su uso sea exitoso.
Hay muchas mujeres que, al volver a usar la copa menstrual tras el parto vaginal, tienen dolor. Si en el parto hemos sufrido una episiotomía o un desgarro perineal y la cicatriz es dolorosa, introducir y llevar la copa puede causar molestias. Todas las cicatrices perineales (aunque no den problemas) deben ser valoradas y tratadas antes del uso de la copa menstrual.
Algunas pacientes comentan que tras el embarazo y el parto no pueden introducir la copa hasta el fondo del canal vaginal. Es frecuente escuchar comentarios como ´noto un tope o una pared que impide poner la copa bien´. Cuando los músculos del suelo pélvico se debilitan durante el embarazo y en el postparto se produce un prolapso genital, es difícil colocar la copa menstrual en la parte alta de la vagina. Al pasar poco tiempo llevándola, notamos como se baja y enseguida tenemos ganas de retirarla. Además, si sacándola tiramos de ella demasiado fuerte, podemos empeorar el estado del prolapso.
A veces, la introducción de la copa en el canal vaginal es directamente imposible. Hay mujeres que tienen la sensación de que el canal vaginal es más estrecho y notan dolor al intentar a poner la copa. Esto suele ocurrir después de las cesáreas, ya que el estrechamiento del canal vaginal o el aumento de la tensión perineal tiene relación con las cicatrices abdominales. Unas cicatrices (externa e internas) poco móviles, con restricciones, hundidas o inflamadas, causan dolor vaginal. Antes de retomar el uso de la copa menstrual, revisemos nuestra cicatriz y el abdomen.
¿Cómo debería introducir la copa menstrual correctamente para no dañar el suelo pélvico?
Las primeras veces cuando vamos a usar la copa menstrual después de dar a luz pueden ser algo incómodas. Lo más importante es primero valorar el suelo pélvico con una fisioterapeuta especialista y si es necesario realizar el tratamiento adecuado. También nos asesorará sobre qué talla de la copa menstrual es más adecuada tras dar a luz. El periné, el canal vaginal, y el suelo pélvico deben estar en perfecto estado para que no haya dolor al poner la copa. Aquí te explicamos cómo utilizarla correctamente:
1. Esteriliza tu copa menstrual antes de usarla. Pon agua a hervir en un cazo y mete la copa unos 4 – 5 minutos.
2. Lava las manos con agua y jabón y después, lava tu periné sólo con agua.
3. Busca una posición cómoda para poner la copa. Recomendamos la postura en cuclillas, ya que ayuda a relajar el suelo pélvico y facilita la inserción de la copa.
4. Dobla la copa en la forma de una flor. Coloca el dedo índice en el borde de la copa y presionalo en dirección hacia dentro y hacia abajo.
5. Después, junta los extremos, reduciendo el diámetro de la copa. Ahora se parecerá a un tampón.
6. Introduce la copa en la vagina. Debes de colocarla lo suficientemente alto para que la punta de la copa se quede a ras de los labios menores. Es decir, toda la copa debe de estar totalmente dentro del canal vaginal.
7. Levántate y muévete para que la copa se abra. Camina un poco, haz un par de sentadillas, hasta que se escuche un ´clic´. Ahí es cuando tu copa está pegada a las paredes de la vagina.
Puedes llevarla todo el día, incluso puedes ir a tu clase de pilates o hipopresivos con ella. El material de la copa es la silicona médica, totalmente flexible y cómoda para llevar.
¿Cómo retirar la copa menstrual sin perjudicar al suelo pélvico?
En realidad, sacar la copa menstrual es algo más complicado que introducirla. Recordemos que el canal vaginal y el suelo pélvico después de dar a luz pueden ser más sensibles, diferentes. Así que hay que tomarse tiempo.
Nos colocamos en una posición cómoda y relajamos los músculos del suelo pélvico. Lo ideal es sentarse en el váter, ya que podemos vaciar la copa directamente allí, sin el riesgo de manchar la ropa o el suelo. Introducimos el dedo pulgar e índice hasta encontrar la copa. Presionamos suavemente la copa, hasta eliminar el vacío. Y después, poco a poco, retiramos la copa realizando los movimientos ´zig zag´, hasta quitarla totalmente. Es necesario retirarla con movimientos lentos, diagonales y tirar de ella de arriba hacia abajo, para no dañar el suelo pélvico.
Si tienes alguna duda sobre el estado de salud de tu suelo pélvico, no dudes en pedirme cita ¡Estaré encantada de ayudarte!