En los partos por vía cesárea y con el objetivo de llegar a la profundidad del útero, los médicos realizan con frecuencia una incisión por encima del pubis, en dirección horizontal, ligeramente curvada hacia arriba. Hasta llegar dónde es necesario hacerlo, primero hay que atravesar varias capas de tejido: piel, grasa subcutánea, la membrana que recubre los músculos abdominales (aponeurosis), los abdominales (no se suelen cortar, se desgarran dejando un hueco), el peritoneo (membrana que envuelve el abdomen por dentro) y finalmente el útero. Después de sacar al bebé, el ginecólogo realiza el cierre quirúrgico capa por capa, dejando varias cicatrices en la cavidad abdominal tras la intervención.
Durante los primeros 18 meses posteriores a la cesárea, las cicatrices se estarán formando, cambiando su textura, engrosando, y todo ello puede derivar en disfunciones como por ejemplo el dolor lumbo-pélvico, molestias vaginales, urgencia miccional, etc. La fisioterapia ginecológica puede ayudar a prevenir y tratar los problemas más comunes relacionados con la cicatriz de la cesárea, por ello recomiendamos a nuestros pacientes y también a ti que lees este artículo que te pongas en manos profesionales para su revisión y después apliques una serie de consejos para su cuidado.
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¿Cuándo debería empezar a masajear la cicatriz?
Para saber cómo cuidar una cicatriz de cesárea, primero, debemos entender que la formación y la maduración de las cicatrices es diferente según el tejido. La cicatriz superficial, en la piel, tarda sólo entre 7 y 10 días en formarse. La cicatriz de los tejidos más profundos, como la aponeurosis, la grasa, los músculos abdominales, tardan entre uno y tres meses en madurar. En cambio, el útero necesita hasta 18 meses para completar su cicatrización. Es el tiempo mínimo recomendable que debe de pasar antes del siguiente embarazo. En cada etapa de la cicatrización se aplica una técnica distinta del cuidado de la cicatriz abdominal.
Tras 7-10 días se recomienda aplicar el aceite de rosa mosqueta, hidratantes ricos en vitamina E en la piel del abdomen inferior y en la cicatriz. Todavía es pronto para iniciar el masaje profundo. Simplemente hidratamos y masajeamos la piel, realizando suaves movimientos circulares, sin llegar a la sensación de picor o quemazón.
Tras 1 mes se recomienda iniciar el masaje de los tejidos más profundos. Este masaje lo realiza la fisioterapeuta en la consulta, ya que la técnica dependerá del aspecto de la cicatriz superficial y del estado general de la zona abdominal. En la sesión con la especialista recibiremos las pautas sobre cómo realizar el masaje correctamente en casa durante las siguientes semanas.
Tras 2-4 meses se iniciará la movilización de los tejidos más profundos, con el objetivo de prevenir o tratar la reducción de la movilidad de los órganos internos cercanos. La vejiga suele quedar afectada por las adherencias producidas en la cicatriz del peritoneo y, no tratadas, pueden ocasionar dolor pélvico crónico, dolor vaginal, e incontinencia de urgencia.
¿Qué complicaciones puede provocar una cicatriz de la cesárea?
Cuando hablamos sobre una cicatriz de cesárea con un aspecto normal, nos referimos al tono claro (suele ser más claro que el tono de la piel), móvil (la piel y la cicatriz presentan misma flexibilidad y movilidad), no dolorosa y plana. En muchas ocasiones, durante el proceso de la cicatrización, ciertos factores como por ejemplo malas posturas, inflamación, infección bacteriana… pueden alterar la maduración de la cicatriz y formar patologías. Los tratamientos específicos de fisioterapia ginecológica se suelen aplicar si presentamos:
Cicatriz de la cesárea atrófica
Con el aspecto hundido, con el color rosado o blanquecino debido a la pérdida del colágeno y de la elastina. Suelen provocar cierta retención de líquidos en el pubis (engrosamiento del pubis) y el abombamiento en la región inferior del vientre.
Cicatriz de la cesárea hipertrófica
Sobreelevada, tiende a formar queloides (bultos rosados que suelen empeorar con el masaje).
Cicatriz con adherencias
Roja, hundida, a veces con el tono morado, con los extremos dolorosos. Provoca las molestias abdominales, tirantez, sensación de hormigueo.
Ejercicio físico recomendado para el cuidado de la cicatriz de cesárea
Para unos óptimos cuidados de la cicatriz de cesárea, desde el inicio de la cicatrización se recomienda realizar suaves movimientos corporales para oxigenar los tejidos, prevenir la pérdida de movilidad de los órganos internos cercanos a la cicatriz y evitar atrofia muscular. Para el inicio del ejercicio físico intenso debemos esperar al menos 3-4 meses. Hasta entonces, sigue las pautas que te dará la fisioterapeuta en la primera valoración postparto.
El ejercicio físico debe ser adecuado según las necesidades de cada mujer. La mayoría de las pacientes que han tenido una cesárea sin complicaciones deben seguir las recomendaciones generales, a saber:
- Practicar los ejercicios respiratorios abdominales para movilizar los tejidos abdominales, tras los primeros 3 días de la cesárea.
- Realizar las contracciones del transverso abdominal y suelo pélvico largas (mantenidas entre 5 y 15 segundos) en diferentes posturas, incluida la posición tumbada boca abajo.
- Después de la valoración postparto con la fisioterapeuta, iniciar los ejercicios específicos para recuperar el tono de la musculatura abdominal. El inicio de estos ejercicios suele ser entre el segundo y el tercer mes después de la cesárea.
- Entrenamiento abdominal hipopresivo, tras 3-4 meses de la cesárea. La práctica de los ejercicios hipopresivos ayudará a reducir la presión intraabdominal, previene la formación de las adherencias y mejora la elasticidad de las que ya existen.
Ahora que ya sabes algunos de los cuidados para tu cicatriz de cesárea, no dudes en aplicarlos ¡notarás la mejoría!