En el año 2018 se publicó un estudio por parte de la consultora IPSOS que revelaba que dos de cada diez mujeres en España no había ido nunca al ginecólogo. No es por tanto aventurado intuir que el porcentaje de mujeres que nunca ha valorado su suelo pélvico sea todavía mayor.
Como fisioterapeuta de suelo pélvico y en mi afán por visibilizar la importancia de cuidarlo y ejercitarlo, me he propuesto explicaros cómo se valora el estado de suelo pélvico y qué hago la primera vez que me visita una paciente.
Empiezan las dudas: ¿cuándo y cómo se valora el estado del suelo pélvico?
Si eres mujer y estás en edad adulta (más de 18 años), debes saber que se recomienda valorar el suelo pélvico una vez al año. Igual que los chequeos ginecológicos rutinarios, analíticas de sangre o revisiones anuales con tu médico de familia, es necesario evaluar si es necesaria una recuperación del suelo pélvico con carácter anual, independientemente de que tengas una lesión o estés embarazada.
Los músculos pélvicos pueden ser sometidos a grandes impactos y presiones, dependiendo de cambios posturales, deportivos, alimenticios, alteraciones hormonales, del nivel de estrés, etc.
Por tanto, podemos afirmar que nuestras rutinas repercuten directamente en la región perineal. Recordad que la función principal del piso pélvico es la de sostener (cierra nuestra pelvis por abajo), así que cada movimiento o ejercicio va a influir en su estado.
¿Cuándo es totalmente necesario visitar a una fisioterapeuta de suelo pélvico?
Si no te has convencido todavía de visitar un especialista al menos una vez al año, sí debes tomar conciencia de ciertas fases en la vida de la mujer en las que agradecerás tener cerca una fisioterapeuta de suelo pélvico.
Ya sea por ciertas enfermedades o disfunciones crónicas, que ponen la musculatura pélvica en mayor riesgo, o por estados naturales como el embarazo o la menopausia, si te identificas con alguno de los siguientes grupos de pacientes, te aconsejo pedir cita con una fisioterapeuta de suelo pélvico:
- Embarazo
- Postparto inmediato (primeras 8 semanas tras el parto)
- Postparto tardío (primer año tras el parto)
- Menopausia
- Mujeres que sufren endometriosis
- Mujeres que sufren asma o enfermedades respiratorias crónicas
- Mujeres con obesidad
- Deportistas (deportes de impacto: correr, saltos, crossfit, tenis, levantamiento de peso, etc.)
- Mujeres que sufren alteraciones del sistema digestivo (diarreas crónicas, estreñimiento, enfermedad de Crohn, etc.)
- Mujeres que han tenido cirugías ginecológicas (histerectomías, miomectomía, cirugías abdominales y pélvicas)
Entramos en materia: ¿cómo hago una valoración del suelo pélvico?
Las evaluaciones más frecuentes en mi clínica son: la valoración posparto (alrededor de 70 % de las valoraciones), valoración preparto y valoración del suelo pélvico con disfunciones (mujeres que han tenido partos vaginales). De esta forma, podré determinar si es necesaria una recuperación del suelo pélvico.
La duración de la primera valoración es de 90 minutos y se divide en tres partes. Estas son:
1. Entrevista clínica
Lo primero que hago como fisioterapeuta de suelo pélvico es empezar con la valoración del suelo pélvico con una paciente, es determinar el motivo y la situación de salud en la que se encuentra. Esta parte se da en muchas ocasiones en la misma llamada telefónica en la que atiendo y cojo cita, ya que la mayoría de las mujeres tiene dudas y nunca ha visitado un especialista antes.
Esa información me ayuda a preparar el cuestionario y entrevista que realizamos en la primera parte de la valoración, más teórica y de recogida de datos a la hora de emitir un diagnóstico.
Para mí, es la parte más importante de toda la sesión. La mayoría de las pacientes que vienen para valorarse suelen estar algo nerviosas. Es normal, ya que muchas de ellas lo hacen por primera vez y desconocen el área de la fisioterapia ginecológica.
En otras palabras: el objetivo de la entrevista clínica es saber hasta qué punto la paciente conoce qué es el suelo pélvico y, así, saber de qué punto partimos.
Preguntas generales
En primer lugar, en esta entrevista, empezamos con preguntas más generales sobre la edad de la paciente, el tipo de trabajo que realiza, sobre sus actividades deportivas, la alimentación, calidad de sueño, etc.
Preguntas sobre datos obstétricos
Después, realizo las preguntas respecto a los datos obstétricos como, por ejemplo: cuántos embarazos y partos ha tenido, cuántos partos han sido por vía vaginal, si se utilizó algún instrumental, si tuvo lugar la episiotomía o desgarro perineal, etc.
En esta parte de la entrevista, suelo revisar los informes de los partos que traen las pacientes para saber cuál ha sido la duración del expulsivo, si se utilizaron las maniobras manuales o si ha habido algunas complicaciones.
Preguntas sobre el postparto
Las siguientes preguntas tratan sobre el posparto: si ha habido complicaciones, el tipo de lactancia al recién nacido o actividades físicas.
Prediagnóstico
Después, hablamos sobre los síntomas que preocupan a la paciente. Cada mujer los describe de formas diferentes, pero con sus explicaciones, junto con mis preguntas orientativas, podemos hacer un prediagnóstico. Como fisioterapeuta de suelo pélvico, las preguntas que suelo hacer respecto a los síntomas son:
- ¿Qué síntomas tienes? Algún tipo de incontinencia urinaria, pérdidas de orina al toser/estornudar/reírse, pérdidas de orina mientras vas al baño, pérdidas de orina al practicar deporte, dolor en relaciones sexuales, escapes de gases al hacer ejercicio, necesidad de empujar para poder defecar, etc.
- ¿Desde cuándo los notas?
- ¿Con qué frecuencia?
- ¿Hay algo que hace que los síntomas aumenten?
- ¿Cómo afectan estos síntomas a tu vida diaria?
Dependiendo del tipo de paciente que viene a la primera valoración del suelo pélvico, también hago las preguntas sobre el tipo de cirugías que han tenido en el pasado y, en caso de haber tenido una cirugía ginecológica, reviso los informes médicos.
2. La exploración física
Después de la entrevista clínica y el chequeo de los informes médicos, comienza la exploración física de la paciente.
Valoración de la postura de la paciente
Primero, realizo una valoración de la postura de la paciente, me fijo en cómo coloca su pelvis respecto a la caja torácica, cómo apoya los pies, etc.
Disfunciones en la faja abdominal
A continuación, la paciente se tumba en la camilla y valoro su faja abdominal, ya que la musculatura abdominal trabaja en acompañamiento con el suelo pélvico. Las disfunciones que pueden verse en la faja abdominal son, por ejemplo: la diástasis de los rectos, adherencias en la cicatriz de la cesárea, una hernia umbilical, pérdida del tono del transverso abdominal, aumento de la presión intraabdominal.
Todas estas disfunciones afectan de forma directa a la tonicidad del suelo pélvico.
Caja torácica y diafragma
Después de ver el estado de los abdominales, nos centramos en la caja torácica y el diafragma y le pido a la paciente que realice los ejercicios respiratorios. Ya que la respiración, o mejor dicho, las restricciones en la respiración normal, pueden provocar la hipertonía en el suelo pélvico o pueden impedirle a la paciente a realizar correctamente los ejercicios Kegel para mujeres.
Exploración del suelo pélvico
La siguiente parte, y la más importante, es la exploración del suelo pélvico. Antes de hacerlo, la paciente puede pasar al baño para vaciar los esfínteres, para que esté lo más cómoda posible.
Es la parte más delicada de la cita, ya que la revisión del suelo pélvico es por vía vaginal y/o anal. Antes de iniciarla, explico todo lo que voy a hacer, paso por paso. En la valoración del suelo pélvico suelo seguir estos pasos:
- Valoro la parte externa del periné: trofismo, color, tonicidad, distancia ano-vulvar, contracción, sensibilidad, reflejos, etc.
- Valoro la musculatura por vía interna palpando las paredes de la vagina, con el uso de productos para el suelo pélvico: biofeedback vaginal y sondas vaginales manométricas. Siempre busco la forma de valorar la fuerza del suelo pélvico más visual para la paciente. Por eso, utilizo las sondas y aparatos que permiten visualizar la fuerza y la correcta contracción muscular.
- Valoro el grado de la distensión vaginal, sobre todo, si es una paciente que ha tenido partos vaginales.
- Luego me centro en la presencia de prolapsos, observando y palpando el canal vaginal en la posición sentada, en cuclillas y a veces, de pie.
- Cicatrices perineales: se valoran palpando o con un bastón de algodón.
- Por último, como fisioterapeuta de suelo pélvico también valoro la presencia de: hipertonía muscular, contracturas del suelo pélvico, hemorroides o fisuras anales.
3. Los ejercicios
La última parte de la valoración inicial es el aprendizaje del ejercicio terapéutico para, en caso necesario, comenzar a trabajar la recuperación del suelo pélvico. Explico a la paciente cómo realizar correctamente los ejercicios Kegel, utilizando las sondas vaginales o el biofeedback vaginal.
La paciente aprende a ejercitar su suelo pélvico y, para ello, lo más importante es localizarlo. Después lo memoriza y, por último, aprende cómo coordinar la contracción muscular con la respiración. Es curioso cuántas mujeres se sorprenden al aprender a hacerlo correctamente y me cuentan que hasta ahora los practicaban de forma incorrecta.
Les enseño también la técnica del ejercicio hipopresivo y las posturas más básicas en la fisioterapia de suelo pélvico. Es un tipo de entrenamiento recomendado para las que necesitan reforzar la musculatura abdominal, corregir la diástasis abdominal, las que tienen un prolapso uterino o la incontinencia urinaria.
En caso de las pacientes embarazadas, esta última fase de la cita aprovecho para enseñarles el entrenamiento Kegel, la correcta activación de la musculatura abdominal profunda y les explico cuál debería ser su actividad física para cada trimestre. Si la paciente ya ha cumplido la semana 34, entonces le enseño la técnica del masaje perineal.
En los días posteriores a la valoración inicial, la paciente recibe un informe por correo electrónico junto a los ejercicios indicados según su caso.
Además, si se considera necesario el refuerzo por parte de una fisioterapeuta de suelo pélvico, la paciente tiene las opciones de realizar sesiones privadas o incorporarse a alguno de los grupos de trabajo o talleres, dependiendo de cada caso, para seguir aprendiendo a cómo ejercitar el suelo pélvico.
En qué casos no se debe realizar la valoración por vía vaginal
Son pocas las situaciones en las que se debe evitar la exploración intracavitaria de la musculatura del pélvico. En cambio, debemos saber que si sufrimos las siguientes dolencias, la valoración del suelo pélvico por vía interna está contraindicada:
- Embarazo con el riesgo de parto prematuro: placenta previa, acortamiento del cuello uterino, sangrados uterinos o abortos espontáneos en el pasado.
- Infección de orina.
- Infección bacteriana activa.
- Menstruación (primer o segundo día).
- Primeras 3 semanas tras el parto con episiotomía o desgarro perineal.
- Cáncer del cuello uterino activo.
- Dolor vaginal que impide el tacto.
Si después de este artículo sigues teniendo alguna duda sobre cómo se valora el estado del suelo pélvico, ¡pide una cita conmigo! Estaré encantada de atenderte en mi clínica y juntas conseguiremos que mejore el estado de tu suelo pélvico.